Perfil
¿Os gusta la pasta? ¿Sí?.....entonces sobreviviréis en Roma con alegría.
¿No os gusta? ……seguro que también sobreviviréis, pero un poco más “chungos”
En Roma, la pasta tiene mil formas y colores, pero toda sabe igual……… a pasta.
Como ciudad moderna no tiene nada de espectacular, se trata de una gran urbe similar a Madrid o Barcelona. Lo único que se me ocurre destacar es el tráfico infernal y caótico, en el que no se respetan ni los pasos cebra de los peatones. Es una verdadera odisea el ponerse a cruzar uno de ellos, cuando estás en medio, dos o tres coches y cinco o seis scooters te pasan por delante y por detrás a toda velocidad, Roma está llena de scooters.
Tiene “sus” mendigos.
Roma está dividida en dos partes por el río Tiber.
Casi casi, estoy seguro de que Ulpiano no es totalmente consciente de su fama. ¡Hasta en Roma tiene una calle dedicada!
Uno de los postres deliciosos que todos te recomiendan es el “tartufo”. Consiste en un helado de chocolate con un copete de nata. Yo no pude terminarlo.
En la Vía Condotti, podéis encontrar las mejores y más caras firmas de lujo.
ROMA (Un poco más antigua)
Esta Roma es mucho más interesante. Comprende la época del esplendor del Renacimiento y el Barroco, donde las expresiones artísticas brillaban con todo su esplendor, tanto en las iglesias como en las plazas con sus fuentes y obeliscos, muchos de ellos originales de Egipto.
Iglesia de Santa María del Popolo.
Iglesia de Santa María del Carmelo in Transportina.
Iglesia de Santa María la Mayor.
Iglesia de San Giovanni in Laterano. (San Juan de Letrán)
Iglesia de San Pietro in Vincolo. (San Pedro encadenado)
En esta Iglesia se encuentra una de las obras maestras de Miguel Ángel, El Moisés, una escultura sublime y espectacular. Forma parte de un conjunto escultórico que conforma el monumento fúnebre de Julio II della Rovere.
Como podéis ver, tiene cuernos. Cuando yo era pequeño, los curas, a estos cuernos le daban la explicación de que representaban la entrada de la inspiración divina.
La auténtica realidad resulta mucho más prosaica. Resulta que en los antiguos textos hebreos hay una palabra, algo así como “corna”, cuyo auténtico significado era “persona que ha visto a Dios”. En esa época, los traductores italianos la tradujeron erróneamente como “cornudo”, de ahí que todas las imágenes en esa época de Moisés se representaban con cuernos.
Iglesia de Santa María Della Vittoria
En esta iglesia se encuentra otra joya escultórica, El éxtasis de Santa Teresa, de Bernini.
Iglesias hay muchas más, pero ya hemos visto unas cuantas.
LAS PLAZAS Y SUS FUENTES Y MONUMENTOS
Plaza de España (Piazza di Spagna). Llamada así porqué en ella se encuentra la embajada de España.
Fontana della Barcaccia, en la Plaza de España.
La famosa escalinata de la Plaza de España. Al fondo, el obelisco Sallustiano y detrás la Iglesia de la Trinitá dei Monti.
La embajada de España
Plaza del Pueblo (Piazza del Popolo) con el Obelisco Flaminio.
Porta del Popolo
Plaza Navona (Piazza Navona)
Fontana del Moro.
Detalle de un Tritón.
Fontana del Nettuno.
Plaza de la Rotonda, con el Panteón de fondo.
Plaza de Colón (Piazza Colonna), Con la Columna de Marco Aurelio, toda llena de bajorrelieves.
La Columna de Marco Aurelio es un monumento de Roma, construido entre el 176 y el 192 para celebrar, puede que después de su muerte, las victorias del emperador romano Marco Aurelio (161-180) contra los germanos y los sármatas estacionados en el norte del curso medio del Danubio (Guerras Marcomanas).
Se trata de una columna ecuestre (ya que Marco Aurelio está sobre un caballo), de orden dórico, con un relieve en espiral. Fue construida a semejanza de la Columna de Trajano. Se ubica en el sitio en el cual fuera originalmente emplazada en la Piazza Colonna frente al Palazzo Chigi. Esta columna ha servido de inspiración para posteriores estatuas del Renacimiento.
Plaza del Campidoglio, con la estatua ecuestre de Marco Aurelio.
Palacio Senatorio, en esta misma plaza.
Monumento a Vittorio Emanuelle II
Palacio de Justicia.
Plaza Barberini, con la Fontana del Tritone.
Fontana de Trevi
Esta es la fuente barroca más famosa de Roma…..y del mundo.
Esta es la fuente que Fellini inmortalizó con la película "La dolche vita". Las imágenes de Anita Ekberg bañándose en esa fuente son inolvidables.
El símbolo del romance en la capital italiana es sin duda un lugar que todo viajero debe visitar. Las historias románticas de la Fontana de Trevi surgen hace relativamente poco gracias a una película de mediados del siglo pasado. Muchos turistas creen que arrojar tres monedas a la fuente da suerte y por eso es centro de peregrinación de muchas personas que creen en los sueños.
El mito de la Fontana de Trevi indica este método para conseguir el amor.
1. Arrojar una moneda: volverás a Roma
2. Arrojar dos monedas: Te enamorarás de un guapo italiano o una guapa italiana (depende de tus gustos)
3. Te casarás con el italiano o la italiana que conociste.
Hay que agregar que para tener los mejores resultados se deben arrojar las monedas con la mano derecha sobre el hombro izquierdo.
Vamos a dejarnos de “chorradas”, y hablamos en serio.
El monumento lo inauguró una primera vez en el año 1744 Benedicto XIV Lambertini, y una segunda vez, cuando terminaron las obras en el año 1762, Clemente XIII Rezzonico. La fuente de travertino está orientada hacia el sur, y la fachada mide 20x26 metros. Su forma recuerda la de un arco de triunfo con tres aberturas cerrado por una potente cornisa divisoria coronada por un ático. La estructura consta de un gran nicho central sostenido por cuatro columnas de fuste liso adosado al Palazzo Poli. En el centro del nicho destaca la figura de Neptuno Océano (obra de Pietro Bracci, 1762) colocada de pie sobre una carroza conducida por un par de caballos marinos a los que hacen de corona, rocas, volutas, árboles y fuentes de agua. Los nichos rectangulares laterales, encuadrados por semicolumnas, albergan las estatuas de la Abundancia a la izquierda y de la Salubridad a la derecha y se realizaron según un dibujo de Fillipo Della Valle.
Los relieves de la parte superior narran los episodios de la “Aprobación” por parte de Agripa del proyecto del acueducto, y la leyenda del “Nacimiento del Agua Virgen” (Realizados por Giovanni Battista Grossi y Andrea Bergondi). En el ático, al lado de la inscripción dedicatoria, se encuentran cuatro figuras que simbolizan los efectos positivos del riego y las “Cuatro estaciones”, la copiosidad de las cosechas y la belleza de los campos y son obra de Bartolomeo Pincellotti, Agostino Corsino, Bernardino Ludovisi y Francesco Queirolo; tal como reza la inscripción, se terminaron en el año 1735. El escudo de armas pontificio de Clemente XII cierra el monumento, rodeado por las representaciones de dos “Famae”.
El frontis anterior de la fuente se abre en semicírculo con escalinata y asientos que evocan el aspecto de una cávea teatral.
Cuando murió Salvi, se escogió a Giuseppe Pannini para completar los trabajos y que introdujo las tres pilas que sostienen a Neptuno, entre los años 1759 y 1762. El monumento se restauró y se limpió en el año 1991, y se le ha aplicado un dispositivo para purificar el agua y prevenir la formación de caliza.
ROMA ANTIGUA (La del Imperio Romano)
Los orígenes remotos de la ciudad de Roma, se pierden en la leyenda; siendo seguramente anteriores al año (753 a.C.) en que ulteriormente las autoridades romanas fecharon su fundación. Del mismo modo, siendo improbable que su fundación haya surgido de una acción explícita y deliberada, las tradiciones romanas posteriores adornaron su surgimiento con diversas leyendas, recogidas especialmente por el historiador romano Tito Livio, que vinculan el origen de Roma a un linaje de dioses y héroes. La mayoría se inclina a pensar que en una de las fuertes discusiones mantenidas por los dos hermanos, Rómulo mató a Remo en un acceso de ira y arrepintiéndose en el acto, decidió llamar a la ciudad Roma. Según la tradición, Roma se fundó el día 11 antes de las calendas de mayo, sería el 21 de abril de 753 a. C, correspondiente al año tercero de la sexta Olimpíada.
Finalmente, Rómulo construyó refugios en el monte Capitolino para esclavos y criminales fugados y llevó a cabo el rapto de las Sabinas, mujeres de otra tribu del Tíber, para que los hombres que se le habían unido tuvieran sus esposas. Después de algunas guerras entre ellos, las Sabinas le declararon su rey. Rómulo fue el primer Rey de Roma y dice la leyenda que fue llevado a los cielos por su padre Marte, y que fue venerado como el dios Quirino.
Según la leyenda de los orígenes de Roma, un hijo del héroe troyano Eneas, (hijo de Venus, la diosa de la atracción y de Anquises, un pastor), Ascanio, había fundado sobre la orilla derecha del río Tíber la ciudad de Alba Longa; ciudad latina sobre la cual reinaron numerosos de sus descendientes, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Este último destronó a Numitor; y para evitar que tuviera descendencia que pudiera disputarle el trono, condenó a su hija Rea Silvia a permanecer virgen como vestal, sacerdotisa de la diosa Vesta.
Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, engendró en Rea Silvia a los mellizos Remo y Rómulo. Por ese motivo, al nacer los mellizos fueron arrojados al Tíber dentro de una canasta, la cual encalló en la zona de las siete colinas situadas cerca de la desembocadura del Tíber en el mar; siendo recogidos por una loba llamada Luperca que se acercó a beber, y que los amamantó en su guarida del Monte Palatino, hasta que fueron hallados y rescatados por un pastor cuya mujer los crió. Cuando fueron mayores, los mellizos restituyeron a Numitor en el trono de Alba Longa, y decidieron fundar, como colonia de Alba Longa, una ciudad en la ribera derecha del Tíber, en donde habían sido amamantados por la loba; y ser sus Reyes.
Cerca de la desembocadura del Tíber existían las siete colinas: los montes Capitolio, Quirinal, Viminal, Aventino, Palatino, Esquilino y Celio. Rómulo y Remo discutieron acerca del lugar donde fundar la ciudad; y resolvieron la cuestión consultando el vuelo de las aves, a la usanza etrusca. Mientras sobre el Palatino Rómulo divisó doce buitres volando, su hermano en otra de las colinas sólo vio seis. Entonces, Rómulo, con un arado trazó un recuadro en lo alto del monte Palatino, delimitando la nueva ciudad, y juró que mataría a quien lo traspasara. Despechado, su hermano Remo no obedeció y cruzó despectivamente la línea, ante lo cual su hermano le dio muerte, quedando entonces como el único y primer Rey de Roma. Según la versión de la historia oficial de Roma antigua, eso había ocurrido en el año 754 a. C. o más bien antes de nuestra era.
Roma comenzó su historia como una aldea más entre las otras muchas de pastores y campesinos que se repartían las colinas y minúsculos valles de la zona.
Si hemos de creer a Livio, ya entonces era muy especial, pues sus míticos fundadores tenían algo de divino; pero el propio escritor también confiesa que le parece lógico que los pueblos rodeen sus orígenes con leyendas y patrañas.
Los primeros habitantes fueron posiblemente un conglomerado de gentes de distinta procedencia que vivían al margen del desarrollo económico y cultural de sus prósperos vecinos, es decir, los etruscos al Norte y los sabinos y los latinos al Sur.
Los arqueólogos descubrieron los restos de un primitivo poblado del siglo VIII a. C. en el Palatino y enterramientos a sus pies. A partir del núcleo original, la población debió de irse extendiendo por las laderas de las colinas próximas y, un siglo después, por el valle que había entre ellas.
Como dato curioso y para las mentes más pícaras, se dice que la loba que amamantó a los hermanos Rómulo y Remo fue su madre adoptiva humana. La leyenda nos narra que fueron amamantados por una loba, en latín lupa, cuyo término también era utilizado, en el sentido despectivo de la palabra, para las prostitutas de la época.
EL COLOSSEO
No, no es un error, se llamaba así, Colosseo, debido a que en sus proximidades existía una gigantesca estatua de Nerón, conocida como “el coloso”, de ahí deriva el nombre de Colosseo.
Fue iniciado por Vespasiano en el año 72 d.C., e inaugurado por su hijo Tito en el año 80 d.C. (solo se tardaron 8 años en construirlo, ¡todo un record!) con un festejo en el que se sacrificaron 5000 animales en un solo día (seguido de otros cien días de juegos), los últimos toques del estadio, con un aforo de 55.000 espectadores, se deben a Diomiciano (81-96 d.C.). Los muros son de ladrillo y toba volcánica, revestidos con bloques de mármol travertino trabados con abrazaderas de metal, y las arcadas se sustentan en tres tipos de columnas. En la Edad Media se saqueó la piedra para construir Iglesias y palacios. La profanación cesó en 1744, cuando fue consagrado en memoria de unos cristianos martirizados aquí. Las excavaciones empezaron a finales del siglo XIX.
Actualmente se cree que en este lugar no se martirizó a ningún cristiano.
Los martirios a los cristianos se realizaban en el Circo de Máximo, en otro lugar.
Los JUEGOS.
El martirio de los cristianos era poco común en este lugar, a diferencia de los juegos de gladiadores que duraron unos 500 años. Criminales, esclavos, gladiadores y animales encerrados en los fosos luchaban hasta la muerte. También combatían mujeres y enanos, y se simulaban batallas navales inundando la arena en cuestión de minutos mediante canales subterráneos. Los espectadores decidían sobre la vida o la muerte agitando pañuelos en señal de gracia o con el consabido pulgar invertido. Con frecuencia a los supervivientes se les degollaba, e incluso los cuerpos eran atravesados con hierros al rojo para que su muerte fuera segura.
El Colosseo, por fuera
El Colosseo, por dentro
Arco de Constantino
Arco de Septimio Severo
Mercados Trajanos, en el fondo la casa de los Caballeros de Rodi y la Torre delle Milizie.
(Los precursores de los actuales supermercados)
EL FORO
Centro comercial, religioso y político de la ciudad
Columnas del templo de los Cástores.
Las tres columnas de la derecha pertenecen al Templo de la Concordia. Las del centro pertenecen al Templo de Saturno.
LA BASILICA.
En la antigüedad, las Basílicas no tenían las connotaciones eclesiásticas que tienen hoy día. Se trataba de un centro en el que se desarrollaban las operaciones comerciales, e incluso se impartía justicia.
En la época de mayor esplendor del Imperio Romano, se estima que Roma tenía una población de un millón de habitantes (una burrada para la época). Después de la caída del imperio, la población fue decreciendo hasta los 30.000 habitantes en el medioevo.
En Roma, actualmente viven unos tres millones de habitantes. Hay dos líneas de metro. Tienen verdaderas dificultades para construir líneas nuevas, en cualquier sitio que excaven aparecen restos arqueológicos.
Teatro de Marcelo. Encima construyeron un palacio particular, construido por Baldassare Peruzzi para la familia Caetani. (¡Que bestias!)
Mausoleo de Augusto
El Panteón (de visita obligada, es gratis). Se encuentra en la plaza de la rotonda o del Panteón (plaza que ya vimos antes)
El área debe su nombre a la potente mole del Panteón, el edificio romano dedicado a todos los dioses, construido en el año 27 a.C. por mandato del cónsul Marco Vipasiano Agrippa, yerno de Augusto. Fue reestructurado de forma sustancial bajo el mandato de Adriano y restaurado de nuevo bajo el mandato de Settimio Severo y Caracalla. En el año 608, después de varios años de abandono el emperador Foca lo donó al Papa Bonifacio IV que lo dedicó a Santa María ad Martyres. Consolidado en el siglo XV, se utilizó como fuente de material de recuperación durante el siglo XVII. Una buena cantidad del bronce del pronaos se sacó por deseo de Urbano VIII Barberini (1623-1644), para realizar el baldaquino berniniano de la Basílica de San Pedro y se utilizó también para la construcción de cañones que luego se colocaron en el castillo de Sant´ Angelo. En el transcurso de los siglos se llevaron a cabo otras modificaciones y sustituciones de elementos, hasta las reparaciones efectuadas durante los pontificados de Pio VII Chiaramonti (1800-1823) y Pio IX Mastai Ferreti (1846-1878). En el año 1878 se convirtió en sagrario de los Saboya albergando los sepulcros de los primeros dos reyes y de la primera reina de Italia unida.
El edificio consta de un pronaos de 33,10 metros de ancho y de 15,50 metros de profundidad aproximadamente, sostenido por 16 potentes columnas monolíticas de 13 metros de altura. A los lados del portal, cuyos batientes se remontan al pontificado de Pio VI Braschi (1775-1799), se encuentran dos nichos que probablemente albergaban las estatuas de Augusto y Agrippa.
La espectacular cúpula, llevada a cabo con hormigón y piedra pómez y decorada con cinco filas de casetones, culmina con un ojo central abierto de 9 metros de ancho. El pavimento se restauró en el año 1873 y conserva las originales decoraciones romanas.
La cúpula, la mayor del mundo, por la que entra una sugestiva luz.
Muralla Aureliana.
Para ver todo lo que hay en Roma haría falta por lo menos un mes, yo solo estuve 4 días, me faltó mucho por ver.
Me queda pendiente enseñaros Nápoles (fue una visita muy rápida), Pompeya (¡increíble!) y el Vaticano. Pero ya estoy un poco cansado con este reportajillo. Así que lo dejamos para otro día.
Un saludo
Puente
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