Perfil
Los presentes, que eran muchos, echaban las dos manos.
Los pilotos que lleva son dos, (así cualquiera)
A este último, por unanimidad lo bautizamos como “Julio”. Por su parecido con Julio, por lo menos en la barba si que se le parece.
El velero es espectacular, son 8 metros de envergadura, más de la que tienen algunos aviones reales que había en el hangar. Y pesa unos 40 kilos.
Como el viento que sopló durante toda la mañana, no era lo más adecuado para volar por primera vez un modelo como este, se quedó el avión montado a la espera de que la cosa amainara un poco. Así que nos tomamos unas cervezas y comimos en grata compañía, y charlamos de lo “divino y de lo humano” y pusimos a “parir” a los ausentes. Más o menos lo que se suele hacer en estos casos.
Después de comer y tomar un cafelito, como el viento amainó un poco, sumado a las ganas de Vicente, este se decidió a volarlo.
Antes del vuelo, Vicente acuna y mima a los pilotos.
Y…..¡vive dios que lo voló!, lo único que puedo decir de los dos vuelos que hizo, es que este modelo es de lo más espectacular que he visto. La turbina “tira” del modelo con suficiencia, y este se comporta como lo que se esperaba de el.
Se saca a la pista, se arranca la turbina.
Se acelera la turbina, el modelo hace su carrera por la pista.
La carrera es muy corta, el modelo despega enseguida.
El vuelo es de lo más realista, se comporta casi, casi como un velero de verdad.
El aterrizaje se realiza sin problemas, como si fuera un velero de verdad.
Yo no soy “homologador” de nada, peeeeero……doy fe de que este modelo vuela y se comporta de P.M.
¡Enhorabuena, Vicente!
Un saludo
Puente
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